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Wikileaks y la filtración militar más grande de la historia

Viernes 30 Julio 2010

El sitio de internet que afirma dedicarse a “abrir gobiernos” adquirió 92,201 documentos secretos de la guerra de Afganistán y los hizo públicos junto con 3 periódicos internacionales. “Víctimas civiles, descoordinación, poco conocimiento del terreno y nula transparencia”: las sospechas se hacen reales ahora, dice Amnistía Internacional.


Amnistía Internacional instó a la OTAN a establecer un sistema unificado y claro para dar cuenta de la pérdida de vidas civiles en Afganistán, ya que los registros de guerra filtrados revelan un proceso incoherente para el tratamiento de las víctimas civiles.   

El sitio web Wikileaks publicó el domingo pasado unos 92.000 archivos filtrados del ejército estadounidense sobre la guerra en Afganistán que abarcan el periodo 2004-2009.
“La imagen que se desprende de los datos filtrados sobre víctimas civiles es que la dirección de la OTAN no sabía con exactitud lo que estaba sucediendo sobre el terreno”, ha afirmado Sam Zarifi, director del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.

Los informes filtrados respaldan las preocupaciones de Amnistía Internacional acerca de la información inadecuada sobre víctimas civiles, la ausencia de investigaciones sobre las muertes de civiles que se registran y la deficiente coordinación entre las diferentes fuerzas nacionales en relación con los incidentes e incluso acerca de las investigaciones que tienen lugar.

Los documentos filtrados muestran una vigilancia mejor de los incidentes tras la implantación de las nuevas reglas de intervención en junio de 2009 por el ex jefe de la OTAN, el general estadounidense Stanley McChrystal.

Sin embargo, desde la destitución del general McChrystal en junio de 2010, su sustituto, el general estadounidense David Petraeus, está sometido a presiones de autoridades militares y de legisladores estadounidenses para que atenúe las restricciones que proporcionaban más protección para la población civil.

“Estas filtraciones deben impulsar al mando de la OTAN a intensificar la protección que brindan a la población civil. Los homicidios deben ser investigados de manera transparente, sistemática y coherente en todas las fuerzas presentes en Afganistán, a fin de proporcionar justicia e indemnizaciones a las víctimas y sus familias”, ha afirmado Sam Zarifi.


Los documentos confirman la poca transparencia y los errores de las fuerzas internacionales

Informes de Amnistía Internacional sobre víctimas civiles, como las del ataque aéreo de Kunduz en septiembre de 2009 y el homicidio de dos hermanos en un ataque nocturno en Kandahar en 2008, revelaron que las fuerzas internacionales no daban cuenta de forma sistemática de las muertes de civiles.

Los documentos confirman la investigación de Amnistía Internacional sobre el ataque aéreo de Kunduz, que concluyó que un número desproporcionado de civiles perdieron la vida como consecuencia de lo que pareció ser información deficiente de las fuerzas alemanas.

No parece que los documentos se ocupen del ataque nocturno de Kandahar en enero de 2008, pero sí ponen de relieve un problema fundamental identificado por la investigación de Amnistía Internacional sobre ese incidente, a saber, la inexplicable operación de las Fuerzas de Operaciones Especiales al margen de la cadena de mando regular y actuando sin reglas de intervención adecuadas.

“Estos documentos no ofrecen un panorama integral de la situación en Afganistán. Las fuerzas internacionales que operan en el país siguen teniendo la obligación de ofrecer una explicación completa de lo que sus fuerzas han hecho en el pasado, y de actuar de inmediato para garantizar la introducción de un sistema mucho mejor de vigilancia, rendición de cuentas e indemnizaciones para la población civil afgana”, ha afirmado Sam Zarifi.

“Estas filtraciones muestran también que los talibanes son responsables de la mayoría de las violaciones sistemáticas de derechos humanos y de las violaciones de las leyes de guerra en este conflicto, pero esto no exime a las fuerzas de la OTAN de su responsabilidad de proteger a la población civil.”

La filtración más grande de la historia en cuestiones de guerra

El sitio WikiLeaks adquirió 92,201 documentos oficiales secretos de la guerra de Afganistán entre 2004 y 2009, y les dio acceso al New York Times, al británico The Guardian y al alemán Der Spiegel, para que verificaran su autenticidad y constataran su significación. Al mismo tiempo que los documentos se hicieron públicos en WikiLeaks, los tres periódicos publicaron respectivas secciones analizando y difundiendo la información más importante resultante de esta filtración, la más grande en la historia de las filtraciones militares, que muestra un panorama de la guerra en Afganistán bastante más devastador del que se pensaba.

WikiLeaks ya venía poniendo nervioso al gobierno de Estados Unidos con su cruzada por hacer pública toda información valiosa que les hicieran llegar. En cuanto a la decisión de su fundador, Julian Assange, sobre por qué publicar en su sitio tal cantidad de documentos reveladores él se mantiene fiel al espíritu de su organización desde sus comienzos, el de buscar transparencia y revelar “comportamiento poco ético de los gobiernos y organizaciones”, o como simplemente lo ponen en la bio de su cuenta de Twitter: “abrimos gobiernos”.

Según dijo en una entrevista a The Guardian, esta colección de documentos “muestran la verdadera naturaleza de esta guerra”. También habla de la importancia de “escarbar a tiempo”, y de casos como los de los Papeles del Pentágono, donde datos de una guerra se han hecho públicos años más tarde, marcando la diferencia en que ahora se está entregando información directamente a una audiencia mucho más masiva, y que eso sólo es posible como resultado de la existencia de Internet.

Los registros completos se pueden descargar de WikiLeaks, y en cada uno de los periódicos se pueden leer análisis de la información. Según el NY Times, los datos más prominentes de lo destilado de estos archivos son: la confirmación detallada de cómo servicio de espionaje de Pakistán lidera la insurrección afgana que combate a las tropas norteamericanas, que las operaciones paramilitares de la C.I.A. se están expandiendo en Afganistán, y que los talibanes han utilizado misiles termoguiados contra naves occidentales.

Una ‘amenaza nacional’, afirma el gobierno de Estados Unidos

El gobierno de Estados Unidos ya se proclamó contra esta filtración que dicen “suponen una amenaza para la seguridad nacional” y remarcan que los documentos abarcan un período anterior al actual (hasta diciembre de 2009), en el cual afirman que la administración de Barack Obama cambió su estrategia respecto del conflicto en Afganistán.

Si bien todavía se investiga, se cree que le fuente que entregó la información a WikiLeaks es Bradley Manning, el mismo que en abril filtró el infame video donde tropas norteamericanas disparan y matan a civiles desde un helicóptero. Ya hay hasta un petitorio online juntando firmas para pedir la liberación de Manning, que está detenido en Kuwait por exponer el crimen.







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