
- ¿Después de aquella final frente a Universidad de Concepción cómo continuó su trayectoria futbolística?
- Todo fue felicidad porque mi evolución me llevó, a principios de 2008, a desembarcar en la Liga Deportiva Universitaria de Quito. En este club logramos por primera vez en la historia la Copa Libertadores, al vencer el año pasado en la final a Fluminense. Después vino el subcampeonato en el Mundial de Clubes de la FIFA, en Japón, tras perder con Manchester United. Y hoy, más allá de la eliminación en la actual Copa Libertadores, siento la alegría de afrontar próximamente este desafío de la Peace Cup en Andalucía.
- ¿Cuáles son las sensaciones en el día a día en el club?
- Esta historia que vivimos con la Liga es fantástica. Porque haber logrado tantas cosas, siendo un equipo humilde, hace que todo se disfrute mucho más, diría que el doble. A nosotros, los jugadores, nadie nos regaló nada. Nadie pensaba que podíamos ser campeones de la Copa Libertadores y lo logramos. Ecuador es un país chico y nos sentimos muy bien representando la bandera en el mundo. Somos callados, pero jugamos con el corazón.
- Actualmente, ¿en qué momento futbolístico se encuentra el equipo?
- Estamos armándonos nuevamente, luego de que se fueran algunas figuras, y estamos mejorando partido tras partido. Casi no hicimos pretemporada, porque el campeonato se extendió hasta el 24 de diciembre del año pasado. Tuvimos sólo 12 días de vacaciones y después de un año con tantos compromisos, como fue el 2008, es realmente poco. Estamos ganando ritmo poco a poco y confiamos que alcanzaremos el máximo nivel.
- ¿Sienten que se ganaron el respeto de todos los clubes?
- Sí, sin dudas nos ganamos el respeto de todos y con justicia. Ahora nos observan de otra manera y para nosotros, también es una buena manera de mostrarnos hacia el mundo.
- ¿El nivel del fútbol ecuatoriano ha mejorado en los últimos años?
- Sinceramente, al fútbol ecuatoriano lo veo mucho mejor que hace algunos años. También se nota en su selección nacional. Yo vine con otras intenciones a Ecuador y terminé sorprendiéndome con el gran nivel de jugadores. Hoy me siento un ecuatoriano más, porque el pueblo es muy agradable y correcto.
- La Liga Deportiva Universitaria tendrá el orgullo de ser el único club de América latina que participará de la Peace Cup 2009...
- Esto nos hace sentir galardonados. La Peace Cup nos entusiasma muchísimo, porque jugar en Europa es una oportunidad que no se presenta todos los días y el torneo será observado por todo el mundo y será una gran vidriera para todos. Con sólo estar en el certamen será un orgullo. Será algo muy importante para la carrera de muchos. Pienso en uno de esos eventos que no se olvidarán jamás. Cuando sea grande y tenga nietos, le contaré que jugué la Peace Cup. Nuestro desafío será no encandilarnos con las grandes figuras y demostrar lo que valemos.
- ¿Cómo se están preparando para el viaje a España?
- Muy bien, con ilusiones. Vamos a disfrutar mucho del viaje, sin dudas. Será como una suerte de Mundialito de Clubes, así lo describo yo. Todavía no me imaginé enfrentarme con un rival en especial, pero estar en el grupo B, con Real Madrid, es un sueño. Seguramente me voy a enfrentar con futbolistas que semanalmente admiro por televisión y será increíble.
- El fútbol regala mucha felicidad, ¿no?
- Sí, es así. A nosotros, los protagonistas y a todos los necesitados. El fútbol, hay muestras de sobra, ha ayudado en un sinfín de aspectos. En la Argentina, por ejemplo, hace unos meses organizaron un amistoso entre River Plate e Independiente para recaudar fondos por los inundados de Tartagal, en la provincia de Salta. Y siempre el fútbol ayuda, siempre. La Peace Cup es un ejemplo también.