La Federación Internación de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se ha unido a las celebraciones qu
e hoy conmemoran el Día Mundial de la Tuberculosis. Este año, bajo el lema "Yo puedo frenar la TB", se ha lanzado una campaña internacional con el fin de promover una mayor toma de conciencia, difundir conocimientos y motivar al público para que apoye las actividades contra la tuberculosis en todo el mundo.
Esta campaña trata de acercar al público historias de personas afectadas por la enfermedad: mujeres, hombres y niños que han recibido tratamiento contra la tuberculosis; enfermeras, médicos, investigadores, agentes de salud de la comunidad y todos los que han colaborado en la lucha mundial contra la infección.
Asimismo, estos días se dan cita en Río de Janeiro (Brasil) integrantes de las más de 600 organizaciones que participan en el tercer foro de la Alianza Mundial Stop a la Tuberculosis, de la que es miembro Cruz Roja.
Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, el jefe del departamento de Salud y Asistencia de la FICR, Dominique Praplan, recordaba ayer en un comunicado que la tuberculosis sigue siendo una alta causa de mortalidad en el mundo.
En 2006, alrededor de 1,7 millones de personas perdieron la vida a causa de la TB; 200.000 de ellas también habían contraído el VIH, es decir, sufrían de lo que se ha dado en llamar "coinfección". Europa oriental, Asia central y, más recientemente, África meridional suelen considerarse las zonas más afectadas pero, en realidad, la TB también está en aumento en América Latina y Asia, sobre todo en la China y la India, por lo cual, es un problema que engloba al mundo entero.
Según Praplan se trata de una enfermedad curable, pero al ser muy contagiosa, "cuando no se tomas medidas, cada persona que la contrae contagiará de 10 a 15 personas de su entorno", destacó.
"Estos hechos muestran claramente la necesidad de una prevención más eficaz. Trabajar con las comunidades expuestas a riesgo, ciertamente es uno de los medios más eficaces de luchar contra la TB pero por el momento, ese método rara vez se aplica", precisó Praplan, quien insistía en que a pesar de las numerosas campañas de prevención, "algunas excelentes (...) la tuberculosis sigue estando entre nosotros".
En este sentido, el experto en salud de la Cruz Roja hacía un llamamiento a completar esas campañas con actividades sobre el terreno en las que se trabaje con las personas más vulnerables, incluidas aquellas de los grupos estigmatizados por sus orígenes o su condición socioeconómica. "En lo que respecta al VIH, no lograremos reducir el número de casos de TB mientras grupos enteros de la sociedad sigan desconociendo los peligros a que se exponen", destacó.

Esta campaña trata de acercar al público historias de personas afectadas por la enfermedad: mujeres, hombres y niños que han recibido tratamiento contra la tuberculosis; enfermeras, médicos, investigadores, agentes de salud de la comunidad y todos los que han colaborado en la lucha mundial contra la infección.
Asimismo, estos días se dan cita en Río de Janeiro (Brasil) integrantes de las más de 600 organizaciones que participan en el tercer foro de la Alianza Mundial Stop a la Tuberculosis, de la que es miembro Cruz Roja.
Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, el jefe del departamento de Salud y Asistencia de la FICR, Dominique Praplan, recordaba ayer en un comunicado que la tuberculosis sigue siendo una alta causa de mortalidad en el mundo.
En 2006, alrededor de 1,7 millones de personas perdieron la vida a causa de la TB; 200.000 de ellas también habían contraído el VIH, es decir, sufrían de lo que se ha dado en llamar "coinfección". Europa oriental, Asia central y, más recientemente, África meridional suelen considerarse las zonas más afectadas pero, en realidad, la TB también está en aumento en América Latina y Asia, sobre todo en la China y la India, por lo cual, es un problema que engloba al mundo entero.
Según Praplan se trata de una enfermedad curable, pero al ser muy contagiosa, "cuando no se tomas medidas, cada persona que la contrae contagiará de 10 a 15 personas de su entorno", destacó.
"Estos hechos muestran claramente la necesidad de una prevención más eficaz. Trabajar con las comunidades expuestas a riesgo, ciertamente es uno de los medios más eficaces de luchar contra la TB pero por el momento, ese método rara vez se aplica", precisó Praplan, quien insistía en que a pesar de las numerosas campañas de prevención, "algunas excelentes (...) la tuberculosis sigue estando entre nosotros".
En este sentido, el experto en salud de la Cruz Roja hacía un llamamiento a completar esas campañas con actividades sobre el terreno en las que se trabaje con las personas más vulnerables, incluidas aquellas de los grupos estigmatizados por sus orígenes o su condición socioeconómica. "En lo que respecta al VIH, no lograremos reducir el número de casos de TB mientras grupos enteros de la sociedad sigan desconociendo los peligros a que se exponen", destacó.