
En el año en que se cumple el centenario del descubrimiento de la enfermedad de Chagas, MSF ha mostrado su preocupación por la evolución de la enfermedad en el mundo, principalmente en Latinoamérica y en los países que reciben el mayor número de viajeros de las áreas afectadas, como España y Estados Unidos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 13 millones de personas viven con la enfermedad en Suramérica y América Central, cifra que alcanza los 18 millones en todo el mundo. En el caso de Latinoamérica la mayor prevalencia se da en Bolivia.
Origen: picadura de un insecto
La enfermedad de Chagas está causada por un parásito llamado Trypanosoma Cruzi que se transmite por la picada de un insecto conocido principalmente como vinchuca o chinche. En Brasil, donde se le conoce como “barbeiro”, una de las clases de este insecto ha sido eliminada, pero sigue existiendo el riesgo de transmisión por transfusiones de sangre, transplante de órganos, de madre a hijo o por vía oral. El país es endémico y poco a poco el mal de Chagas se mueve a áreas de Brasil que antes no estaban afectadas, como la Amazonía y la periferia de ciudades tales como Sao Paulo, que tiene casi 12 millones de habitantes.
Los dos únicos medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Chagas son el nifurtimox y el benznidazol, pero no son ideales, señala la organización. Ambos se desarrollaron hace casi 50 años y tienes muchos efectos secundarios. Como están anticuados y dada la limitada producción, su disponibilidad a largo plazo no está garantizada. Además, no son medicamentos muy efectivos, sus tasas de curación sólo rondan el 60% ó 70%.
Por otra parte, MSF destaca también la necesidad de formulaciones pediátricas de estos medicamentos ya que, para su administración en niños, las pastillas actuales deben partirse manualmente o disolverse en leche o jugo, lo que torna las dosis suministradas sean inexactas.