Ante las devastadoras secuelas del terremoto de 8.8 grados en la escala Richter que arrasó el Centro-Sur de Chile el 27 de febrero, y para hacer frente a la tardía y desorganizada ayuda del Gobierno, alrededor de 12 organizaciones sociales y populares chilenas organizaron una red solidaria para trabajar por la reconstrucción del país.
La Red de solidaridad pretende, inicialmente, trazar un perfil del país y evaluar la situación en que se encuentra. A partir de eso, actuará por la reconstrucción, rescate, recuperación y fortalecimiento de valores que lleven a la población a promover la reparación de las zonas dañadas del país, y actuar como "un pueblo organizado que enfrenta de manera efectiva y digna la tragedia actual".
Las organizaciones se decidieron por la constitución de una red después de haber constatado la actuación fallida del gobierno chileno antes y después de la tragedia que afectó sobre todo a las regiones de Maule y Bio-Bio.

"Los efectos de la tragedia se agravaron mortalmente debido a que la información clave y certera sobre el terremoto no fue adecuadamente compartida por la Armada con las autoridades pertinentes del gobierno que podrían haber evitado centenas de pérdidas de vidas humanas", denuncian en declaración pública.
Hay consenso de que después de los temblores las medidas de emergencia también fueron conducidas de manera equivocada y llegaron tardíamente o para algunos no llegaron.
La evaluación de las organizaciones es que eso se produjo como "consecuencia directa de formas de organización centralizada y autoritaria que dejan a los sectores sociales sin iniciativas y sujetos al asistencialismo, con prácticas y formas de convivencia social basadas en la represión a las organizaciones y al debate político, y que fomentan el individualismo y la falta de solidaridad".
A pesar de que es visible en el país un sufrimiento generalizado, fue la población empobrecida la más afectada. Chilenos y chilenas que ya vivían en condiciones financieras delicadas, hoy están expuestos a la miseria y a un futuro de inseguridad.
La red de solidaridad pretende trabajar en especial por esta parte de la población. La reconstrucción tendrá como finalidad erguir un nuevo Chile con valores y consciencia política y social.
Para que las transformaciones se realicen efectivamente, las organizaciones sociales y populares de las regiones afectadas necesitarán articular esfuerzos y gerenciar las acciones de corto, mediano y largo plazo.
La sociedad chilena será una de las principales aliadas de ese proceso, especialmente para fiscalizar e impedir que la reconstrucción se convierta en un negocio para las grandes empresas o en una oportunidad para que los políticos hagan politiquería o propongan intercambios de beneficios a los sectores sociales y populares.
La red de solidaridad también pide el auxilio y apoyo de la comunidad internacional, de organizaciones y movimientos sociales para que juntos puedan convertir la reconstrucción de las áreas más afectadas en una realidad cercana y palpable. El ejército nacional también tendrá un papel fundamental y por eso es llamado a dar apoyo dejando de lado cualquier tipo de represión contra la población chilena.
"Conscientes de que la reconstrucción del tejido social es nuestro verdadero norte y que la solidaridad es más que una donación, con nuestros esfuerzos y nuestras manos, nuestras consciencias y convicciones, con autonomía y fraternidad, estamos convencidos de que como pueblo somos capaces no de reconstruir el país, sino también de construir uno verdaderamente justo, democrático y solidario".