El representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos exhortó a las autoridades mexicanas a que realicen una investigación “minuciosa, independiente e imparcial” de la masacre de 45 civiles ocurrida en diciembre de 1997 en Acteal, Chiapas.
En el curso de una visita realizada a esa comunidad indígena, Alberto Brunori sostuvo que “no se realizó una investigación a la altura de la gravedad de los hechos y por lo tanto “no se ha garantizado justicia para las víctimas”.
Hizo esas afirmaciones sobre la base del reciente fallo de la Suprema Corte de Justicia que estableció la existencia de “diversas irregularidades durante las actuaciones practicadas en la averiguación previa.”
Brunori instó también al gobierno de México a que garantice el derecho individual y colectivo a conocer la verdad acerca de las circunstancias en las que se cometió la masacre y se tomen medidas para que los familiares de las víctimas obtengan reparación.
Por otra parte, manifestó preocupación por la posibilidad de que la situación de riesgo en la zona pueda recrudecerse.
En este sentido, hizo un llamado a las autoridades estatales “para reforzar las medidas necesarias a fin de garantizar la vida y la integridad” de los pobladores de la zona.
