Noventa países de seis continentes; 160,000 kilómetros; 90 días, 179 trayectos en todo tipo de transporte; 160 pasos fronterizos; 500 entidades organizadoras; un millón de participantes en el recorrido y diez millones de participantes virtuales. Estas son las cifras de la Marcha Mundial por la Paz, una iniciativa que arrancará en octubre una movilización a nivel internacional a favor del desarme y la no violencia.
La marcha propone el desarme nuclear a nivel mundial, la retirada de “las tropas invasoras de los territorios ocupados”, la reducción del armamento convencional, la firma de tratados de no agresión entre países, y la renuncia por parte de los gobiernos a usar la guerra como medio para resolver conflictos.
Esta propuesta surgió en noviembre de 2008, durante un encuentro en Argentina del Centro Mundial de Estudios Humanistas, y ya se han adherido miles de personas a título individual, entidades pacifistas, instituciones públicas, y personalidades del ámbito cultural, político y científico.
La caminata simbólica por la paz partirá el 2 de octubre de Wellington (Nueva Zelanda) y acabará el 2 de enero de 2010 en el Aconcagua argentino; es decir, en tres meses se realizará un activismo andante por el mundo
Durante todo el recorrido está previsto que se celebren conciertos, foros, conferencias y actividades para sensibilizar a la población sobre la paz y la no violencia, así como la realización de encuentros con presidentes y primeros ministros.
“Así como hace 25 años nadie pensaba que podría existir una sensibilidad mundial por el cuidado del medio ambiente como la que impera hoy, nosotros queremos que ocurra lo mismo con la paz”, afirman los organizadores la Marcha Mundial, que ya están repartidos por todo el globo preparando actividades.
