
Precisamente en el marco del Día Internacional contra la Tortura, que se celebra mañana 26 de junio, la BBC ha dado a conocer esta semana los resultados de una investigación llevada a cabo durante dos meses en los que fueron entrevistados un total de 27 ex prisioneros del centro de detención estadounidense en Afganistán. Los ex detenidos aseguran haber sufrido torturas, malos tratos y abandono bajo la acusación de colaborar con la red terrorista Al Qaeda o los talibán.
Desde el Pentágono han negado estas acusaciones e insisten en que todos los presos en la base fueron tratados con humanidad, sin embargo, ellos aseguran que, entre otras cosas, fueron golpeados, privados de sueño y amenazados con perros, escenas que recuerdan las imágenes que hace unos años dieron la vuelta al mundo.
"Ellos hicieron cosas que no se le harían a los animales, mucho menos a los humanos", indicó a la BBC uno de los reclusos, conocido como el doctor Khandan. "En invierno, te echaban agua fría y en verano, agua caliente. Usaban perros en nuestra contra. Colocaban una pistola o una arma en tu cabeza y te amenazaban con matarte", señaló el ex detenido. "Disolvían un tipo de medicina en el jugo o en el agua para hacerte insomne y te interrogaban".
En las entrevistas, que se realizaron por separado y en las que se siguió el mismo cuestionario, los antiguos internos de Bagram explicaron que fueron llevados allí entre 2002 y 2008, pero ninguno fue acusado formalmente ni llevado ante un tribunal. Algunos incluso afirman que recibieron disculpas cuando fueron liberados.
Tan solo dos de los entrevistados dicen haber sido bien tratados, pero el resto coincidía en los mismos tratos degradantes: malos tratos como posiciones 'estresantes', palizas, exceso de calor o de frío, haber sido expuestos a sonidos con un volumen insoportable o haber sido obligados a desnudarse ante las mujeres soldado. En cuatro casos los detenidos fueron amenazados de muerte con una pistola apuntando a su cabeza.
Tras mostrar los resultados de las entrevistas al Pentágono, el teniente coronel Mark Wright, portavoz de la Secretaría de Defensa, afirmó que la situación en Bagram "cumple los estándares internacionales de custodia" porque ésta es la política del departamento que dirige Robert Gates. "Existen ejemplos bien documentados de casos en los que esa política no se siguió y miembros del servicio han sido responsabilizados por sus acciones", señaló el funcionario.
Inaceptable en todas sus formas
Estas acusaciones coinciden con la celebración del Día Internacional contra la Tortura, que se celebra cada 26 de junio. Desde la ONU, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha recordado que la prohibición de la tortura es una de las más absolutas que se pueden encontrar en el derecho internacional y que no existen circunstancias excepcionales que la justifiquen.
Según Pillay, "nadie es inocente cuando se comete tortura, ni los torturadores, ni los autores de políticas, ni los funcionarios públicos". La Alta Comisionada recordó que los atentados de 2001 tuvieron "consecuencias devastadoras en la lucha para eliminar ese flagelo", sin embargo, afirma, "finalmente se ha dado una vuelta de página y las medidas antiterroristas están volviendo a alinearse con las normas del derecho internacional".
Denuncias como las de los ex detenidos de Bagram ponen de manifiesto que todavía queda un largo camino por recorrer en la eliminación de estos tratos que degradan la dignidad humana.