
La diligencia fue ordenada por el juez Juan Eduardo Fuentes y tiene por objeto determinar cómo murió el cantautor chileno. El operativo de exhumación de los restos se extendió por unas tres horas, en presencia de sus familiares.
Entre los allegados estuvieron las dos hijas y la viuda del cantante, Joan Turner, de origen británico, a quien el miércoles la presidenta chilena, Michelle Bachelet, le otorgó la nacionalidad chilena, informa la corresponsal de BBC Mundo para el Cono Sur, Valeria Perasso.
Un solo procesado
Según los testimonios aportados a la causa, Jara estuvo en un estadio cubierto del centro de Santiago, entonces transformado en un centro de torturas.
El cantante fue trasladado a ese lugar el 12 de septiembre de 1973, un día después que el general Augusto Pinochet derrocara al presidente socialista Salvador Allende.
Por el caso sólo se encuentra detenido y procesado el ex soldado José Adolfo Paredes Márquez.
La primera autopsia que se hizo del cuerpo de Jara, en 1973, fue "superficial", según reconoció el mismo profesional que la llevó a cabo.
Ahora, con los nuevos estudios se pretende comprobar si es cierto que un subteniente, aún no identificado en el marco de la causa judicial, jugó a la "ruleta rusa" en la cabeza de Jara, explica la corresponsal de BBC Mundo.
Según consta en la investigación, el mismo oficial habría ordenado a los demás soldados rematar al cantante ya muerto, lo que explicaría las 44 marcas de balas que registra el cuerpo.
Se estima que unos 5 mil opositores de Pinochet estuvieron recluidos en el Estadio Chile, ubicado en las cercanías de la sede presidencial, el palacio de La Moneda.
En homenaje a Jara, el complejo deportivo fue rebautizado con su nombre en 2003, a 30 años del golpe militar.
Unas 3.000 personas fueron asesinadas y "desaparecidas" durante el régimen de Pinochet, mientras que otras 35.000 sufrieron torturas.
La música de Jara, una de las primeras víctimas del gobierno militar, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la represión.