
El Gobierno chino ha frustrado todo intento de arrojar luz sobre la represión militar de junio de 1989, como consecuencia de la cual murieron y resultaron heridas centenares de personas, denuncia la organización. Cuando se cumplen 20 años de aquellas protestas, las autoridades han intensificado aún más la represión de que son objeto actualmente activistas y abogados.
Según AI, el gobierno chino no ha hecho pública ninguna cifra oficial, pero varias organizaciones no gubernamentales calculan que aún continúan encarceladas por su participación en las protestas de 1989 en favor de la democracia entre 20, como mínimo, y quizá 200 personas.
“Entre las atribuciones de la Asamblea Nacional Popular figura la de poder iniciar el proceso necesario para que se presente una relación de las personas que murieron, de las que fueron encarceladas y de las que continúan presas como resultado de la represión”, ha manifestado Amnistía Internacional en una carta abierta a Wu Bangguo, presidente de la Asamblea Nacional de China, del 13 de mayo de 2009.
“Varias personas que continúan en prisión fueron declaradas culpables de delitos ‘contrarrevolucionarios’ que se eliminaron del Código Penal chino en 1997 –ha manifestado Roseann Rife, directora adjunta del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional-. Las autoridades chinas deben poner en libertad de inmediato a quienes continúan encarcelados, como primer paso para la rendición de cuentas.”
No todas las personas encarceladas por su relación con el movimiento de Tiananmen en favor de la democracia participaron realmente en las protestas de hace 20 años. Como consecuencia de la represión constante ejercida por las autoridades chinas para impedir el debate público sobre aquellos sucesos, muchas personas fueron condenadas a prisión después de 1989 simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresi

El encarcelamiento no es el único método utilizado por las autoridades chinas para reprimir el debate público sobre los sucesos de 1989. Dos destacados líderes del grupo Madres de Tiananmen, Ding Zilin y Jiang Peikun, son a menudo víctimas de hostigamiento policial y detención arbitraria. En mayo se les prohibió asistir a una ceremonia de duelo en la que sí pudieron participar otros 50 miembros del grupo tras prometer al Ministerio de Seguridad del Estado que no habría en ella ninguna persona ajena al grupo, en especial periodistas.
En la presentación del Informe 2009 de Amnistía Internacional, la secretaria general de la organización, Irene Khan, pidió a China que firmara y ratificara el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Aunque Amnistía Internacional ha acogido con satisfacción la reciente iniciativa del Gobierno chino de emprender un plan de acción nacional sobre los derechos humanos que contiene disposiciones dirigidas a erradicar la detención ilegal y proteger los derechos humanos garantizados en la Constitución china, el éxito de tal plan depende de cómo se ponga realmente en práctica.
“En medio de una crisis económica global, el gobierno chino ha demostrado que está dispuesto a asumir el liderazgo en la estabilización del sistema económico mundial; sin embargo, cuando se trata de proteger los derechos humanos, no llega nunca a cumplir las expectativas del mundo –ha manifestado Roseann Rife-. El número de personas aún en prisión por lo que hicieron en la plaza de Tiananmen hace 20 años es una clara muestra de la falta de compromiso con los derechos humanos que persiste todavía en China”.
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Información complementaria:
- El silencio oficial sobre Tiananmen (BBC)