
“Hace un año, cuando asumió la presidencia, Dmitri Medvédev expresó su compromiso de reforzar el Estado de derecho”, ha afirmado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Durante el año pasado, el presidente Medvédev fijó varios objetivos. Sin embargo, todavía no se percibe ningún cambio significativo.”
Al inicio del mandato del presidente Medvédev, Amnistía Internacional le envió un memorándum en el que resaltaba cuestiones de derechos humanos que debían abordarse en el país. Todavía no se ha recibido respuesta alguna.
Después de un año, la organización hace balance de los cambios ocurridos en materia de derechos humanos en ese periodo y observa que, pese a que se han dado algunos pasos incipientes, en ciertos ámbitos la situación se ha deteriorado.
Sigue imperando la impunidad, tanto en las violaciones de derechos humanos cometidas por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley como en los ataques contra activistas de la sociedad civil, periodistas y profesionales de la abogacía, lo cual impide el desarrollo de una sociedad civil robusta.
La inestabilidad y los conflictos armados siguen siendo un elemento distintivo de la región del Cáucaso Septentrional, donde el objetivo legítimo de atajar la violencia de grupos armados se está llevando a cabo de formas que vulneran el derecho internacional de los derechos humanos. Persisten las desapariciones forzadas y los secuestros, las detenciones arbitrarias, las torturas e incluso las muertes bajo custodia. Las autoridades ven en el recientemente proclamado fin de la “operación antiterrorista” lanzada en gran parte de Chechenia un paso hacia la normalización. Sin embargo, Amnistía Internacional considera que la normalización no es posible sin una plena rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos que se han cometido en la región.
El derecho de reunión se ha violado con frecuencia en muchos lugares de la Federación Rusa. Las autoridades han prohibido manifestaciones, sobre todo de miembros de la oposición política. A menudo se ha detenido a manifestantes por asistir a tales actos.
Las amenazas y agresiones a activistas, abogados, periodistas y miembros de la oposición van en aumento y, en algunos casos, han desembocado incluso en el homicidio de defensores de derechos humanos como Stanislav Markelov y de periodistas como Anastasia Baburova. El juicio por el asesinato de la periodista de derechos humanos Anna Politkovskaya no dio respuesta a preguntas cruciales sobre quiénes lo ordenaron y lo cometieron. Las investigaciones de estos ataques siguen siendo ineficaces, con lo que se genera un clima de impunidad y se impide el desarrollo pleno de la sociedad civil.
La ley promulgada en 2006 que regula la labor de las organizaciones no gubernamentales (ONG) ha causado diversas dificultades, desde una excesiva carga administrativa hasta hostigamiento judicial. Amnistía Internacional ha pedido en repetidas ocasiones que se revise la ley. Por ello, acoge con satisfacción la reciente creación de un grupo de trabajo, integrado por representantes del gobierno y de ONG, cuyo objetivo es la modificación de esta ley. Amnistía Internacional insta al presidente Medvédev a garantizar que se toman medidas para fomentar el trabajo de las organizaciones y los activistas de la sociedad civil.
Los procedimientos judiciales y el trato recibido bajo custodia por Mikhail Khodorkovski y Platon Lebedev, ejecutivos de la extinta compañía Yukos, ponen de manifiesto las graves deficiencias del sistema de justicia penal, que socavan el derecho a un juicio con las debidas garantías.
En la esfera internacional, se han recibido informes de que las fuerzas armadas rusas atacaron indiscriminadamente viviendas de civiles durante el conflicto armado que libraron Rusia y Georgia en agosto de 2008, y que en los territorios que estaban de facto bajo control ruso no protegieron a la población civil de los abusos cometidos por las fuerzas y las milicias de Osetia del Sur.
Por eso, al cumplirse un año de mandato del presidente Medvédev, Amnistía Internacional lo exhorta a que tome medidas urgentes para reforzar el Estado de derecho y asegurar que las autoridades respetan y protegen los derechos humanos, tal como establecen la legislación rusa y los diversos tratados internacionales de derechos humanos en los que la Federación Rusa es Estado Parte.
En reuniones recientes con periodistas y activistas de derechos humanos, el presidente Medvédev ha hecho declaraciones que permiten albergar esperanzas sobre la posibilidad de que mejore la situación de los derechos humanos.
“El presidente Medvédev ha afirmado que el respeto por el Estado de derecho y el dinamismo de la sociedad civil son elementos necesarios para la buena salud de la sociedad. Es preciso que emprenda acciones concretas para demostrar que no se está limitando a defender las reformas de cara a la galería y que sus declaraciones no son una mera campaña de imagen”, ha dicho Irene Khan.