
Así lo reveló hoy un estudio de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sobre la contracción de este territorio palestino.
El informe explica que medidas israelíes como la construcción de la barrera de separación, la promoción de asentamientos y el cierre de los cruces fronterizos han tenido un grave impacto en las condiciones de vida, el desarrollo y la expansión de viviendas de la población palestina de Belén.
Sólo el 13% del territorio de ese distrito puede ser usado por los palestinos y gran parte de esa porción está fragmentada, además de que Israel mantiene el control sobre la planeación y la construcción en el 66% de Belén, afirmó OCHA.
Estas limitaciones han debilitado los lazos históricos, religiosos, económicos y culturales de Belén con el este de Jerusalén, agregó el estudio.
Asimismo, indicó que la trayectoria de la barrera en Belén se adentra diez kilómetros en territorio cisjordano y advirtió que, de completarse, cortará parte de las tierras cultivadas más fértiles y seccionará el centro urbano, afectando a 21.000 palestinos.
OCHA instó una vez más a Israel a evitar un mayor deterioro en las condiciones de vida de los palestinos y a pemitir su desarrollo por medio de la interrupción de la construcción de la barrera en territorio cisjordano, la apertura de las reservas naturales y otras áreas cerradas por el ejército y la suspensión de los asentamientos.
Según la ONU, actualmente viven en Belén unos 175.000 palestinos y unos 86.000 israelíes se han asentado en ese territorio a partir de 1967.