La biodiversidad de la cuenca del río Congo está en peligro a causa de la explotación maderera, la minería, la caza furtiva y la caza comercial a gran escala. Los asentamientos humanos que siguen naturalmente estas actividades y los proyectos de infraestructura que los acompañan, como carreteras, ferrocarriles y presas hidroeléctricas, también amenazan la región.

Ahora, la cooperación internacional protege de cazadores de marfil y carne de animales silvestres a gorilas, elefantes y otras especies en peligro que habitan la segunda mayor extensión de selva tropical del mundo.
El proyecto trinacional en Dja, Odzala y Minkébé (TRIDOM) ha adoptado un enfoque internacional en la planificación del uso del suelo para resolver este problema, que también es multinacional.
El proyecto está ayudando a los gobiernos de Camerún, Congo y Gabón a gestionar un complejo de nueve zonas protegidas con una zona central que se extiende por los tres países y cubre casi 150,000 km2, alrededor del 7% de toda la cuenca del Congo.
La zona TRIDOM incluye la reserva de Dja y los parques nacionales de Odzala y Minkébé.
El objetivo de TRIDOM consiste en reducir las amenazas actuales y combinar conservación y desarrollo a la vez que se trata de mantener los ecosistemas de las zonas protegidas.
El plan de uso del suelo establecerá zonas separadas para la conservación, el bosque permanente, las industrias extractivas, el desarrollo rural y la gestión de la vida salvaje y la selva comunitarias.
El proyecto, con una duración de siete años, está financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, y el PNUD y UNOPS se encargan de la ejecución y la gestión, respectivamente.
La cuenca del Congo contiene la segunda selva tropical más grande del mundo después del Amazonas y acoge a numerosos mamíferos como el gorila occidental de llanura, el elefante africano de bosque, el búfalo enano, la mariposa de cola de golondrina, así como numerosas aves, peces y anfibios endémicos. También alberga a los pocos leones de la cuenca del Congo que quedan y es una de las regiones africanas con mayor diversidad vegetal.

Asimismo, la cuenca del Congo es una región de vital importancia para la conservación mundial, ya que actúa como un gran “sumidero” de dióxido de carbono al eliminar este último de la atmósfera y ayudar así a mitigar el cambio climático.
El trabajo de conservación del proyecto ha sido concebido para satisfacer las necesidades de desarrollo de las comunidades locales involucrándolas en la gestión de los recursos naturales.
Otro de los objetivos consiste en paliar la pobreza mediante la realización de actividades de desarrollo ecológico y rentable, entre las que figuran el ecoturismo, los estanques piscícolas comerciales a pequeña escala y la agrosilvicultura.
Con el proyecto se creará igualmente un mecanismo financiero sostenible a fin de cubrir los principales costes de conservación para la gestión de las zonas protegidas y la aplicación de las leyes. Esto protegerá el funcionamiento continuo de la zona de conservación.
La determinación de la zona TRIDOM es fruto de la Cumbre de Yaoundé de 1999 y la subsiguiente creación de la Comisión de los Bosques del África Central (COMIFAC).