
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY) anunció que este 13 de abril reanudará el juicio del ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad.
La reanudación se produce luego de que la cámara de apelaciones rechazara la petición del acusado de un nuevo aplazamiento; una estrategia que ha sido utilizada por Karadzic desde el inicio del proceso.
La primera prórroga se produjo en octubre, cuando el acusado no se presentó los primeros tres días del juicio arguyendo que no había tenido tiempo para preparar su defensa, lo que obligó a los jueces a posponer las sesiones hasta marzo.
En marzo, un día después de la reanudación, el juicio volvió a interrumpirse ya que Karadzic interpuso la petición de un nuevo aplazamiento ante la cámara de apelaciones.
Con el veredicto de hoy, el plan no es sólo el reinicio de sesiones, sino que a partir del 13 de abril se comparezca tres veces por semana para escuchar a los testigos y analizar las pruebas de los fiscales y la defensa.
Sobre Karadzic pesan once cargos de genocidio y crímenes de guerra perpetrados entre 1992 y 1995 durante el conflicto de Bosnia Herzegovina.
Las imputaciones de genocidio se deben a la masacre de Srebrenica, donde 8,000 hombres y jóvenes musulmanes fueron asesinados, y al asedio de Sarajevo, que causó más de 10,000 muertes.
El juicio a Karadzic coincide con la disculpa de Serbia
El último día de marzo de 2010, el Parlamento serbio aprobó una declaración de condena a la masacre ocurrida en Srebrenica, ocurrida en 1995 y durante la cual las fuerzas serbobosnias acabaron con la vida de unos 8,000 hombres.
“El Parlamento de la República de Serbia condena de la forma más enérgica el crimen cometido contra el pueblo bosnio musulmán en Srebrenica en julio de 1995”, reza el texto aprobado.
El documento también critica “todos los procesos sociales y políticos que llevaron a pensar que los objetivos nacionales propios se pueden lograr con el uso de la fuerza armada y la violencia física contra miembros de otros pueblos y religiones”.
La declaración fue aprobada tras un acalorado debate de más de 21 horas. Finalmente, el texto condenatorio fue aprobado por 127 diputados y rechazado por 21 parlamentarios serbios.
La declaración pide a las partes que se enfrentaron en la guerra en Bosnia (1992-1995) y a otros países ex yugoslavos “que prosigan el proceso de reconciliación (...) para que los crímenes no se repitan nunca más”.