Un pionero estudio científico ha revelado cómo algunos de los últimos indígenas no contactados del mundo se encuentran amenazados por “la detonación de miles de explosivos sísmicos” en su tierra.
Según dicho estudio, diecisiete extensas zonas de la Amazonia peruana, abiertas a empresas de hidrocarburos, abarcan tierra habitada por pueblos indígenas aislados.
Los potenciales impactos sobre estos pueblos y su tierra son “graves y extensos”, asegura el estudio.
Estos impactos incluyen: “cientos de helipuertos”, “la tala de cientos de kilómetros de líneas sísmicas”, “la detonación de miles de explosivos sísmicos”, vertidos y filtraciones de petróleo, nuevas carreteras y “el avance potencial único de las fronteras agrícolas, de ganado y tala”, todo lo cual podría ser devastador para las tribus “cuya falta de resistencia o inmunidad les hace extremadamente vulnerables frente a las enfermedades que traen los foráneos”.
El estudio, que ha sido publicado en Environmental Research Letters, afirma: “En los últimos cuatro años se ha concedido más territorio de la Amazonia peruana a empresas de hidrocarburos que en ninguna otra época”.

Por otro lado, el trabajo califica las perforaciones de una petrolera británica en el norte de Perú como “extremadamente controvertidas”, aunque no cita a la empresa en cuestión: Perenco.
Esta empresa, que dio a conocer recientemente sus planes de construcción de un oleoducto en la región, está trabajando “en una sección de gran diversidad y prácticamente intacta de la Amazonia donde hay una fuerte evidencia antropológica de pueblos indígenas no contactados”.
Finalmente, el estudio explica que un 72% de toda la Amazonia peruana está siendo abierta a la exploración y a la perforación. Survival desarrolla una campaña contra las exploraciones en zonas de la Amazonia peruana habitadas por indígenas no contactados.
Cualquier tipo de contacto puede ser mortal
Survival estima que hay alrededor de 15 pueblos indígenas aislados en Perú. Todos viven en las regiones más remotas y aisladas de la selva amazónica.
Entre ellos están los cacataibo, los isconahua, los matsigenka, los mashco-piro, los mastanahua, los murunahua (o chitonahua), los nanti y los yora.
Todos ellos se enfrentan a terribles amenazas, que afectan a sus tierras, a su modo de vida y, últimamente, también a sus vidas. Si no se hace nada, posiblemente desaparezcan por completo.
Los pueblos indígenas aislados son extremadamente vulnerables a cualquier forma de contacto con foráneos, ya que no tienen inmunidad frente a las enfermedades occidentales.
Tras el primer contacto, es frecuente que más del 50% de una tribu muera. A veces, todos mueren.
El derecho internacional reconoce que los indígenas son dueños de sus tierras y su derecho a vivir en ellas como elijan.
El Gobierno peruano no está respetando el derecho internacional, así como tampoco lo hacen las empresas que invaden las tierras indígenas.
Todo lo que sabemos acerca de estos indígenas aislados pone de manifiesto que buscan mantener su aislamiento.
En las pocas ocasiones en que se les ha visto o encontrado, han dejado claro que quieren que les dejemos en paz.
A veces reaccionan de forma agresiva, como forma de defender su territorio, o dejan señales en la selva advirtiendo a los foráneos que se mantengan alejados.
Los indígenas han sufrido una violencia terrible y enfermedades traídas por los foráneos en el pasado. Para muchos, este sufrimiento continúa hoy día. Obviamente, tienen muy buenas razones para no querer el contacto.