El Presidente de Afganistán expuso un plan del Gobierno de proponer dinero y trabajo a los talibanes a cambio del abandono de las armas.
Hamid Karzai, explicó las líneas estratégicas del plan de reconciliación que presentará este 28 de enero en la Conferencia de Londres sobre Afganistán, donde estarán presentes todos los protagonistas del conflicto, salvo los talibanes.
En respuesta a Karzai, los talibanes y uno de los principales jefes de la insurrección, Gulbuddin Hekmatyar, declararon que "no podían comprarlos" y que, como condición mínima para comenzar a negociar, "todas las fuerzas extranjeras" debían abandonar Afganistán.
"Si estuviéramos tentados por el dinero, habríamos aceptado lo que los norteamericanos querían antes de la invasión y estaríamos en el poder llenos de dinero", dijo uno de los voceros de los talibanes, Zabihulá Mujahid, aclarando que hasta tanto no haya retiro de los territorios ocupados por las fuerzas invasoras, no hay posibilidades de diálogo ni de negociación con el Gobierno de su país.

"Las fuerzas extranjeras deben abandonar Afganistán. Un alto el fuego permanente debe ser decretado. Todos los prisioneros deben ser liberados", declaró Zubair Sediqi, un portavoz de Hezb-e-Islami, el movimiento que lidera Hekmatyar, al referirse a las condiciones necesarias para la negociación.
En Afganistán necesitamo paz a toda costa
Karzai está resuelto a utilizar la ayuda internacional para financiar la reintegración de los ex combatientes y pagarles un salario. Quienes "vuelvan a la vida civil serán ayudados a encontrar un trabajo, a tener protección y a reinstalarse en la comunidad", dijo Karzai, que agregó que el plan contaba con el apoyo de Estados Unidos.
"El pueblo afgano necesita paz a toda costa", agregó Karzai, que descartó la posibilidad de incluir en el plan a los talibanes más duros y a los miembros de Al Qaeda.
Con Estados Unidos "hablamos del problema de la reconciliación desde hace mucho tiempo. Y ahora apoyan el plan", dijo Karzai.
Estados Unidos quiere golpear el financiamiento de la insurrección y favorecer "la reintegración de los talibanes que se apartan de la red".
"Lo admitimos, en esta etapa, los talibanes forman parte del paisaje político de Afganistán", declaró Robert Gates, el secretario norteamericano de Defensa, en Islamabad. "Pero una reconciliación sólo será posible si entregan las armas y participan en las elecciones".
"La cuestión es saber si ellos están dispuestos a desempeñar un papel legítimo en el proceso político en curso, es decir participar en las elecciones, dejar de asesinar a los responsables de las autoridades locales y de matar familias", precisó.
Anteriormente, Karzai había invitado a los talibanes a negociar y a entregar las armas, incluyendo a su jefe supremo el Mulá Omar, y estaba dispuesto a ofrecerles cargos en el gobierno.
Los jefes talibanes, encabezados por Mulá Omar, afirmaron que no negociarán jamás mientras haya tropas extranjeras presentes en Afganistán.
Eliminar nombres talibanes de las sanciones internacionales
Como parte de su plan de reconciliación, el presidente de Afganistán afirmó que durante ese cónclave en la capital británica, presentará, además de su programa destinado a que los talibanes entreguen las armas, una petición formal para que algunos nombres talibanes sean borrados de la lista negra de Naciones Unidas.
"Haré una declaración en la conferencia de Londres para que se eliminen nombres de talibanes de la lista de sanciones de la ONU.
La ONU creó en 1999 un "Comité de sanciones contra Al Qaida y los talibanes" encargado de establecer una lista de personas y entidades asociadas a Al Qaida, a Osama Bin Laden o a los talibanes cuyos depósitos bancarios podrían estar congelados o a quienes se ha prohibido viajar.
"En el pasado hubo resistencia entre algunos miembros (de las Naciones Unidas), pero en estos momentos hay más voluntad para reconsiderar esta lista y quizás sea posible retirar los nombres de los talibanes de esta lista", sostuvo.
Una reunión de alto nivel por el futuro de Afganistán
El Secretario General de la ONU y 70 delegaciones se reunirán en Londres para definir una estrategia en la entrega del control de la seguridad de Afganistán a los afganos.
El encuentro de alto nivel, presidido por Ban Ki-moon, el primer ministro británico, Gordon Brown y el presidente afgano, Hamid Karzai, tiene el objetivo de dar una plataforma internacional al nuevo gobierno del país, tras las polémicas elecciones de agosto del año pasado.
“El pueblo afgano quiere tener más voz en su futuro, especialmente en términos de desarrollo. La soberanía nacional es fundamental”, subrayó Ban Ki-moon; “los afganos necesitan saber que la comunidad internacional los apoyará en la reconstrucción de las instituciones de gobierno”
Ban manifestó su intención de nombrar a Staffan de Mistura como su nuevo representante especial para ese país y agradeció el liderazgo mostrado por Kai Eide, quien dejará este cargo el próximo primero de marzo.