Risa para combatir la tristeza. Esa es la mágica fórmula que desde hace 16 años la organización Payasos sin Fronteras (por sus siglas, PSF) extiende por cada rincón del mundo.
La ONG tiene dos objetivos principales que marcan su línea de actuación en los territorios que visitan: mejorar la situación psicológica de las poblaciones de campos de refugiados, zonas de conflicto y exclusión social y sensibilizar a la sociedad promoviendo actitudes solidarias.
Este verano no ha sido un periodo fácil para PSF y aún les queda mucho por hacer. Una expedición de la ONG partió, desde el pasado 13 de julio, hacia Oriente próximo para actuar y compartir sonrisas con niños y niñas israelíes que viven afectados por el conflicto en las zonas de influencia del lanzamiento de cohetes por parte de Hamas.
Sin embargo, la ONG no pudo actuar en Gaza, ya que el gobierno israelí acabó por impedir el paso de los artistas a la zona “alegando razones que no mencionó durante la tramitación de los permisos”, según denuncia la organización.

Payasos Sin Fronteras recondujo su camino y, finalmente, fueron los niños de Cisjordania quienes disfrutaron de sus representaciones.
Llevaron a cabo 19 espectáculos en varios puntos de la zona con gran éxito. Después de esta experiencia, todavía tienen pendientes para esta temporada estival varios proyectos en diferentes países del sur.
Mapamundi de sonrisas
• PSF llega por primera vez a Angola con un equipo compuesto por cinco mujeres profesionales de las artes escénicas para crear una estructura de compañía y espectáculo durante tres semanas y trabajar con dramaturgos y artistas angoleños de Luanda. También trabajarán con mujeres de los campos de refugiados que administra ACNUR para ayudarles a mejorar su capacidad comunicativa, empatía y visión de la realidad mediante algunos juegos y técnicas de expresión corporal. La expedición se realizará del 17 de agosto hasta el 7 septiembre.
• Cinco payasos del grupo Trup de Nassos se encuentran en el Líbano para hacer numerosos espectáculos en los “olvidados campos de refugiados palestinos” así como en diferentes municipios y barrios de la capital afectados por los años de conflicto. El grupo de animación confía en que “su presencia genere pequeños espacios para olvidar momentáneamente el horror y el desgaste y recuperar las tiernas sonrisas en buena compañía”. La expedición tiene una duración de veinte días durante este mes de agosto.
• Jordi Baget, educador social y profesional de la risa, viajará a Colombia desde este mes y hasta el 4 de septiembre para trabajar en la corporación Libélula para realizar talleres a comunidades indígenas. La corporación Libélula es una plataforma que despliega toda la magia de los títeres para llenar su escenario de historias fantásticas y maravillosos personajes que deleitan a infantes y adultos por igual.
“En los sitios donde hay conflictos más se necesita nuestra ayuda psicológica, que los niños se olviden un poco de la miseria que les han creado los mayores y, éstos, a su vez, que se olviden de la propia miseria que crean y dejan a las generaciones venideras", dijo Miguel Julián, uno de los payasos que ha viajado hasta Israel y Palestina. Precisamente, la ONG Payasos Sin Fronteras fue fundada en 1993 en Barcelona en respuesta a la situación de los niños de Croacia durante la guerra de la antigua Yugoslavia.
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