
Según subraya el organismo, prácticamente la mitad de los 2 millones de personas que han tenido que abandonar sus hogares son menores, y muchos de ellos necesitan con urgencia atención de salud, educación, apoyo nutricional y saneamiento.
"La situación está empeorando debido a las altas temperaturas del verano", explicó la portavoz de Unicef, Veronique Taveau.
“Estamos preocupados por unos 700.000 niños que tienen que comenzar el año escolar en septiembre, en 3.700 escuelas que en estos momentos están ocupadas por 150.000 desplazados”, añadió.
Como hecho positivo, Taveau ha señalado que 200.000 pequeños han sido vacunados recientemente contra el sarampión.
Sin embargo, resaltó que de los 52 millones de dólares en ayuda de emergencia que pidió UNICEF en mayo, sólo ha recibido poco más de 22.