
"Es necesario detener los abusos sobre los derechos humanos cometidos por los rebeldes armados, pero la solución no puede implicar más sufrimiento para las comunidades congoleñas", según reconoce Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam.
Cualquier acción militar debe garantizar el mínimo riesgo para los civiles. Oxfam Internacional también ha pedido que se sancionen las distintas violaciones del derecho humanitario internacional que han tenido lugar en el país. Durante demasiado tiempo, los abusos sobre los derechos humanos, incluidos los perpetrados por los soldados del ejército, han permanecido impunes.
“Hace cuatro meses, el ataque contra el FDLR inició una escalada en la violencia contra los civiles que ha forzado a 250,000 personas a huir de sus casas y provocado innumerables muertes. Se trata de un lamentable desastre humanitario ignorado por el resto del mundo. La prioridad de las fuerzas armadas en Congo debe ser proteger la vida de los civiles inocentes. Naciones Unidas debe reconocer las implicaciones que puede suponer el apoyo militar en las circunstancias presentes” según ha manifestado Francisco Yermo, responsable de Incidencia Política en Intermón Oxfam.
La organización pide a Naciones Unidas que defina bajo unas condiciones bien claras, el apoyo que MONUC está dando al FARDC y hace un llamamiento a que se prioricen iniciativas de carácter no militar para desarmar a los grupos rebeldes, en las que se minimice el riesgo para los civiles.
La ofensiva previa contra el FDLR en el Notre de Kivu, lanzada en enero del 2009, ha provocado un inmenso sufrimiento para miles de civiles. Cerca de 250.000 personas que tuvieron que huir todavía no pueden regresar a sus casas. Se ha informado sobre la quema de casas por parte del FDLR en represalia a los ataques, y violaciones y saqueos por parte de todos los implicados, incluidas las fuerzas gubernamentales. Según los últimos datos, cerca de 100.000 personas han tenido que huir de sus hogares en el Sur de Kivu, aún antes del inicio de la nueva ofensiva. Las organizaciones humanitarias están trabajando con unas previsiones de cerca de 400.000 personas más desplazadas en el Sur de Kivu.