El Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA), el tercer grupo disidente del IRA (Irish Republican Army) el más importante de la isla, anuncia su renuncia a la lucha armada y su compromiso con la vía democrática.
En un comunicado anuncian que a partir de ahora perseguirá sus objetivos por medio de la "lucha política exclusivamente pacífica".
El comunicado fue hecho público por el brazo político del INLA, el Partido Socialista Republicano Irlandés, en un acto celebrado este mismo día en la ciudad de Bray, al sur de Dublín.

"El movimiento socialista republicano ha sido informado por el INLA de que, tras un proceso serio de debate, consultas y análisis, ha concluido que la lucha armada ha terminado", dijo el portavoz Martin McMonagle.
Aunque el comunicado no hacía mención al proceso de desarme, se entiende que las negociaciones ya están en marcha y que el Gobierno británico espera que el proceso termine en febrero, indicó la BBC.
En este sentido, el secretario británico para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, quien acogió con satisfacción el anuncio del INLA, instó al grupo a destruir sus armas antes de esa fecha.
"Es esencial que las palabras se correspondan con los hechos", agregó.
El grupo llevaba 11 años en tregua, con más de 150 muertos en su haber en el conflicto de Irlanda del Norte y fue el responsable también de alguno de los atentados más sangrientos, como el cometido en 1982 en el condado de Londonderry, o el atentado con coche bomba que acabó con la vida del director de la oficina privada de la entonces primera ministra de Reino Unido Margaret Thatcher en 1979, Airey Neave.
El ministro de Exteriores de Irlanda, Micheal Martin, comentó que el anuncio del INLA es una señal del aumento de la estabilidad política. Martin dijo que el hecho de que un grupo que ha estado implicado en la violencia en Irlanda del Norte renuncie a ella "es un acontecimiento bienvenido".
A pesar de decretar un alto el fuego en 1998, el INLA ha aprovechado sus estructuras militares para desarrollar durante los últimos años actividades delictivas relacionadas con el tráfico de drogas y con otros negocios ilegales.
El Sinn Fein, aliado político del IRA, también acogió con satisfacción el anuncio, aunque con cierto escepticismo. "Si es seguido por las acciones que son necesarias, es un acontecimiento bienvenido", dijo el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, en un comunicado.