Las remesas a los países en desarrollo se reducirán este año un 7.3% con respecto a las de 2008, estimó el Banco Mundial.

La razón, indicó, es que las remesas son relativamente flexibles dado que si bien la migración se ha contraído, el número de migrantes en el extranjero no ha variado con los embates económico-financieros.
El Banco advirtió que las predicciones pueden verse alteradas por varios factores, entre ellos la profundidad y duración de la crisis, movimientos imprevistos en las tasas de cambio y la posibilidad de que los controles de inmigración de los principales países de destino se vuelvan más estrictos.
Las remesas se han ralentizado en América Latina desde el año pasado, en gran parte, debido a la desaceleración del sector de la construcción en Estados Unidos.