
La cantidad constituye la sexta parte de la población mundial.
El estudio, preparado bajo la supervisión de la destacada política mozambiqueña Graca Machel, invita a los gobiernos, las agencias de la ONU y a la sociedad civil a aumentar sus esfuerzos para proteger a los menores afectados por los conflictos.
La investigación analiza el periodo posterior a 1996, cuando se dio a conocer un histórico documento preparado por Machel sobre los niños y los conflictos armados.
Destaca que el impacto de la guerra sobre los niños y los jóvenes “es más brutal que nunca” porque “se ven afectados por la proliferación de armas pequeñas y los grupos armados, las minas terrestres y las municiones sin detonar, así como la lucha contra el terrorismo”.
En este sentido, añade que hay menores que “son reclutados como combatientes”, además de que se enfrentan a la violencia sexual, “incluida la violación, que se ha utilizado como arma de guerra”.