Una crisis mundial de alimentos, peor incluso que la de 2008, podría volver a ocurrir en los próximos años si el mundo no cambia la forma en que produce, maneja y elimina los alimentos. Ésta es la principal conclusión de un nuevo informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, (PNUMA).

El PNUMA alertó ayer de que los precios de los alimentos pueden tener una subida que oscilaría entre un 30 y 50% en la próxima década, afectando principalmente a los que viven en extrema pobreza. Según el estudio, para el año 2050, al menos un 25% de la producción de alimentos podría perderse a causa de problemas con el medio ambiente. De hecho, las cosechas de cereales ya están estancadas y la pesca está en declive.
Actualmente, una tercera parte de los cereales se usan para alimentar a animales, y se espera que aumente en un 50% para el 2050. "Si esa tendencia continúa se podría agravar la pobreza y la degradación del ambiente" advierte el PNUMA.
Propuestas
El estudio sugiere que se reciclen los desechos de alimentos y se usen nuevas tecnologías para la producción de los biocombustibles. Plantea también producir azúcar de desechos de paja y cáscaras como una solución para la alimentación del ganado.
Además, señala que la cantidad de peces desechados en el mar, que asciende a 30 millones de toneladas anuales, podría ser empleada para cubrir la demanda de consumo per cápita sin aumentar la presión sobre el ambiente marino.

El PNUMA alertó ayer de que los precios de los alimentos pueden tener una subida que oscilaría entre un 30 y 50% en la próxima década, afectando principalmente a los que viven en extrema pobreza. Según el estudio, para el año 2050, al menos un 25% de la producción de alimentos podría perderse a causa de problemas con el medio ambiente. De hecho, las cosechas de cereales ya están estancadas y la pesca está en declive.
Actualmente, una tercera parte de los cereales se usan para alimentar a animales, y se espera que aumente en un 50% para el 2050. "Si esa tendencia continúa se podría agravar la pobreza y la degradación del ambiente" advierte el PNUMA.
Propuestas
El estudio sugiere que se reciclen los desechos de alimentos y se usen nuevas tecnologías para la producción de los biocombustibles. Plantea también producir azúcar de desechos de paja y cáscaras como una solución para la alimentación del ganado.
Además, señala que la cantidad de peces desechados en el mar, que asciende a 30 millones de toneladas anuales, podría ser empleada para cubrir la demanda de consumo per cápita sin aumentar la presión sobre el ambiente marino.